Cuando el periodista se encontraba en prisión preventiva justificada (derivada de un juicio familiar plagado de irregularidades al debido proceso), fue abordado aparentemente por un custodio dentro de su celda en el Centro de Reinserción Social de San Francisco Koben que lo amenazó de muerte diciéndole que dejara de escribir pendejadas, ya que seguía publicando en su portal sobre los abusos de autoridad en su persona.

El agresor señaló que tenía órdenes de liquidarlo, sin embargo, la orden había sido suspendida, además de que la amenaza era extensiva a su familia. Posteriormente revisó la litera del periodista y exigió que le diera “la máquina”, es decir, su celular, a lo cual el periodista respondió que no tenía. Acto seguido, el agresor le solicita a Villarino desnudarse para tomarle fotos que serían enviadas a sus “superiores” y le aconsejó que solicitara ser confinado para no ser privado de su vida.

Estos hechos sucedieron por posibles represalias por las críticas constantes hacia la administración de Alejandro Moreno Cárdenas a través de su blog Bestiometro.