Mauricio nació en Cárdenas, Tabasco, pero la mayor parte de su desarrollo personal y profesional ocurrió en Apatzingán, Michoacán, estado en el que formó una familia y encontró su amor por el periodismo.
Sus primeras incursiones en medios se dieron en la radio local 94.3 FM Radio Apatzingán como continuista, en donde con el paso del tiempo, su afición y anhelo de superación lo llevaron a ser uno de los locutores principales. Desde su llegada a la radio, emprendieron los aniversarios festivos de ésta en la comunidad, él era el organizador y responsable de convocar artistas para presentarse a la celebraciones, entre los que llegaron a estar Los Ángeles Azules.
Con su trabajo ganó reconocimiento local, había personas que lo contactaban a través de la estación en busca de ayuda y él se las ofrecía en espacios disponibles en cabina. María Dolores, esposa de Mauricio, lo recuerda como alguien cariñoso y sociable, que brindaba su apoyo a quienes lo pedían, las personas le tenían estima y lo saludaban al verlo por las calles con un ‘¡Mauri!’. Inclusive, evoca cómo fue que la enamoró con un sinfín de canciones que le dedicó por la radio.
Si bien su tiempo ahí fue satisfactorio, Mauricio estaba seducido por el periodismo impreso, ese que se distribuye en Apatzingán todos los días. Así que comenzó con la sección de Sucesos en La Opinión de Apatzingán porque nadie en esa época, ni ahora, quería trabajar la nota roja. María aún recuerda el entusiasmo de Mauricio al aceptar el trabajo y describe la forma en cómo tuvo que aprender el oficio o dejar una comida a la mitad para salir a cubrir un hecho. ‘Siempre quería ser el primero en llegar y mandar la nota’.
Más de cinco años estuvo cubriendo los temas más crudos de Apatzingán sin haber recibido, de acuerdo a su esposa, amenaza alguna. Juntos habían superado un grave accidente automovilístico y después de pasar por varios médicos que negaban toda posibilidad de ser padres, nació un bebé llamado Mauricio en honor al padre.
Fue un martes 12 de febrero de 2008 cuando, en el trayecto de la redacción a su casa, desapareció. Su automóvil sí fue localizado en una localidad cercana a la mañana siguiente pero, desde entonces, nada…silencio.
Ya son 11 años de búsqueda. Su esposa e hijo, quien ya está en secundaria, le hicieron frente a una vida donde era él quien hacía los surcos para la familia. María recuerda que la vida le cambió en un instante, en una noche, de pronto tuvo que aprender a labrar la tierra, sembrar y cosechar.
En poco tiempo el banco promovió un desalojo de la casa que Mauricio estaba pagando para su familia, no intentaron siquiera entender la situación, trámites y búsqueda, los amigos de Mauricio estaban mudos. En 2017 Propuesta Cívica promovió una resolución protectora de los derechos de la niñez que fue aceptada reconociendo al hijo de Mauricio y Dolores como poseedor del inmueble, pese a ello, la incertidumbre sigue y seguirá. Dice María: "Sigo luchando por un día encontrar a Mauricio. Ya sea vivo, ya sea muerto, pero dar con él". Hasta entonces, no habrá paz.
Conoce el trabajo legal que ha realizado Propuesta Cívica a favor de Ramón y sus familiares: http://bit.ly/2NvLrmL
Sigue las stories que preparamos con más detalles del acompañamiento legal hecho por Propuesta Cívica a familiares de Mauricio y Ramón: http://bit.ly/31Yw4bI