¿Cómo ha sido un año sin Miroslava?

Desde el punto de vista personal y familiar, este año ha sido una pesadilla, ya que aunado al dolor de su ausencia, se ha tenido que cargar con la indiferencia de las autoridades, con esa falta de transparencia en las investigaciones que nos llevan a la desconfianza de llegar a una justicia verdadera y pensar en la complicidad de las autoridades.

¿Miroslava es una inspiración para nuevas generaciones, cuando se hable de ella ¿cómo te gustaría que se recordara?

Como la mujer íntegra, la madre e hija amorosa, como la hermana solidaria, como la ciudadana y profesionista cabal. Ofrendó su vida por no callar las verdades incomodas para aquellos sectores corruptos de la narcopolítica en México, por su lucha contra la corrupción, por su lucha contra la libertad de expresión, por su lucha a favor de los derechos humanos, a favor del cuidado del medio ambiente, por su lucha y defensa de los derechos de indígenas.

¿Buscaron callar su voz y quebrar su pluma, ¿qué hacer para que el legado de Miroslava no se olvide?

Sembrar la conciencia en las nuevas generaciones de periodistas, profesionalizando el sector de informadores, con el fin de formar personas morales y honorables, dignas de confianza en sus conceptos, respetuosos de los derechos de la sociedad a ser informados con veracidad.

¿Consideras que el asesinato de Miroslava marcó un parteaguas en la actividad periodística en Chihuahua?

Definitivamente sí, ahora no existe periodismo crítico, tenemos un sector apagado, amordazado y lo que es peor comprometidos en sus criterios.

¿Cómo consideras que el legado de Miroslava pueda ser transmitido a las nuevas generaciones de periodistas?

Hacer para las nuevas generaciones homenajes denominados “Miroslava” para aquellas promesas del periodismo de investigación que cumplan también con los requisitos de honorabilidad y probidad en el ejercicio de la profesión