La labor que realizan periodistas y medios de comunicación es esencial para garantizar sociedades democráticas, libres y participativas, en donde los funcionarios públicos actúen con transparencia y rendición de cuentas. Lamentablemente, tanto los periodistas como la libertad de prensa se encuentran en peligro en todo el mundo.
En efecto, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACDH) ha alertado sobre un declive de la libertad de los medios de comunicación en todas las regiones, que se hace latente en las agresiones a periodistas tanto online como físicas; en el aumento de las detenciones de periodistas; en el uso de leyes contra la difamación y para frenar la expresión en línea; en el uso de Leyes de Litigios Estratégicos contra la Participación Pública (SLAPPS) contra periodistas; así como en su persecución mediante tecnologías de vigilancia.
De acuerdo con el Jefe de Derechos Humanos de la ONU, Volker Türk, la difamación y las demandas judiciales, incluidas las demandas estratégicas contra la participación pública (SLAPPs) son utilizadas para acosar e intimidar a los periodistas. Además, aseguró que en este 2023, que marca el 75 Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la OACDH celebra las voces críticas y el debate y trabaja por garantizar la seguridad de los periodistas y del espacio cívico.
Los periodistas desempeñan un papel crucial cuando las instituciones fallan, pero son atacados constantemente en un entorno que no los reconoce como el cuarto pilar de la democracia. Lamentablemente, cuando un periodista es asesinado, muchos otros desisten de su labor por miedo a ser los siguientes. Todos nuestros derechos corren peligro si no podemos ser libres para analizar y cuestionar a nuestros gobiernos. “El periodismo podría ser nuestra única esperanza para garantizar los derechos humanos”, asegura el editor y activista maltés Herman Grech.
Según cifras del Observatorio de Periodistas Asesinados de la UNESCO, 1,642 periodistas han sido asesinados en el mundo desde 1993. 87 periodistas fueron asesinados en 2022, frente a 55 en 2021; y en lo que va de 2023, 61 han perdido la vida. De acuerdo con este medidor, Irak y México son los países con más periodistas asesinados desde 1993, Irak con 201 y México con 158.
De acuerdo con la organización internacional Reporteros sin Fronteras (RSF), México es el país sin guerra declarada más peligroso para ser periodista. Tan sólo en 2023, 8 de ellos fueron asesinados y uno fue desaparecido. Sumado a esto, el país registra un nivel de impunidad de más del 95% en estos crímenes de acuerdo con la organización Propuesta Cívica. Las agresiones a periodistas no solo son cometidas por el crimen organizado, sino que son principalmente servidores públicos quienes ejercen contra ellos intimidación, amenazas y censura.
Cuando un periodista es agredido, dentro del discurso mediático se pierde de vista lo más relevante: el motivo de la agresión. Más precisamente, ¿qué investigaba el periodista y por qué hubo quienes no querían que esa información se diera a conocer?
En este contexto, Propuesta Cívica ha lanzado la campaña #HistoriasqueSobreviven para visibilizar la problemática de la libertad de expresión en México y luchar contra la estigmatización, desacreditación y criminalización de la que son víctima los periodistas agredidos. Esta consta de 3 cortometrajes, cada uno enfocado en un periodista en los últimos minutos de su vida, así como en la historia que cubría, que fue la causa de su asesinato. El primer corto “La Chaparrita” ya está disponible en YouTube.
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