Las demandas plasmadas en la Constitución producto de la revolución mexicana, fueron una gran aportación a los derechos sociales, años después de la revuelta de Haymarket (1886), en donde obreros en Chicago decidieron salir a huelga para reivindicar la jornada laboral de ocho horas y exigir mejores condiciones de trabajo. Los mártires de Chicago y los miles de mártires mexicanos, lograron el reconocimiento de los derechos laborales como forma de reivindicación ante la injusticia, que como afirma el periodista Rosendo Salazar “explotan el cerebro y el brazo de los productores, obligándoles a llevar una vida miserable e indigna”1.
A más de un siglo de la promulgación constitucional, la situación laboral en México dista mucho de aquel aporte histórico. Desde finales del siglo XX y principios del XXI, la imposición del neoliberalismo en el país y la región, han representado una contrarreforma que ha empeorado las condiciones laborales, siendo una embestida brutal contra las conquistas de los trabajadores, caracterizada por el empleo precario, menores salarios, ausencia de prestaciones sociales, menor duración de los contratos y mayor informalidad. Esto ha posicionado a México dentro de los cinco países con los peores trabajos de América Latina, según lo ha establecido el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), solo arriba de Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala2.
La ausencia de garantías laborales afecta la vida de las personas, sobre todo en un contexto en donde alrededor de 53.4 millones viven en la pobreza3. A lo anterior se suman los índices de violencia, corrupción e impunidad, que han cobrado la vida, desde el año 2000 a la fecha, de 115 periodistas, además de las más de 1.900 agresiones contra la prensa durante el actual mandato de Gobierno4. Los hechos de violencia que embargan al país tanto de actores estatales y no estatales, han puesto al periodismo “bajo la lupa”, al impedir su ejercicio, en razón a que se dejan de reportar acontecimientos por precaución o miedo, al no contar con medidas de seguridad que posibiliten su labor5.
A nivel nacional las condiciones laborales y de seguridad de las y los periodistas son motivo de preocupación. Si bien históricamente el periodismo mexicano ha enfrentado situaciones adversas para su ejercicio, a través de la instrumentalización política, coaptación, censura y libertad de expresión restringida, en una democracia el periodismo debería contar con las plenas condiciones de favorabilidad para su ejercicio, tanto en lo laboral, profesional y lo sociopolítico, condiciones que le permita cumplir su rol de información y vigilancia sobre las acciones del Estado y los gobernantes.
Según el informe “Panorama de los perfiles demográficos, laborales y profesionales de los periodistas en México”6, que entrevistó a 377 periodistas de toda la república en 20177. De los encuestados uno de cada tres (33.2%) gana entre cinco y diez mil pesos mensuales y un 13% percibe menos de cinco mil pesos al mes, un salario bajo para el nivel de estudios y responsabilidad profesional. Así mismo, uno de cada cinco reporteros (18.9%) gana menos de cinco mil pesos y (43.8%) percibe entre cinco y diez mil pesos. Este estudio mostró que más de la tercera parte (34.8%) tienen otra actividad remunerada además del periodismo, lo que demuestra que para muchos la labor periodística no garantiza un ingreso suficiente y digno, lo que implica un detrimento en la calidad profesional tras la obligación de la generación de fuentes de ingreso complementarias.
De los ingresos más bajos entre periodistas, se encuentran quienes trabajan en medios radiofónicos (17.7%) y digitales (17.6%), en donde deben cumplir con diversidad de funciones y presentan un menor grado de especialización. A su vez, es necesario resaltar la brecha de ingresos que existe entre cargos directivos y reporteros, que puede ascender a más de 10 salarios mínimos, los cuales presentan menor participación femenina. La desigualdad laboral obedece a las condiciones actuales de trabajo, que no garantizan acceder a seguridad social, sueldos justos y medidas de protección para el ejercicio de sus labores, acentuando no solo la desigualdad de género, sino también marcando una diferencia notable entre lo urbano y lo rural, y el centro y la periferia.
Hoy primero de mayo las autoridades y medios de comunicación, deben re-dignificar las condiciones laborales de los trabajadores, garantizando sueldos justos, prestaciones sociales y derechos sindicales. También a través de la eliminación de los contratos de outsourcing, los cuales despojan de sus derechos al trabajador y abusan de su indefensión por medio de contratos precarios, con la excusa del desarrollo y la competitividad.
Del mismo modo, es necesario que las autoridades cumplan su mandato constitucional de protección efectiva para los periodistas, sobre todo en un contexto de violencia sistemática y generalizada, a través de la creación e implementación de una política pública que garantice la prevención, protección, investigación y reparación de las agresiones cometidas contra la prensa. Los medios de comunicación tienen un rol de garante y deben proveer además entornos, equipos y condiciones adecuadas de trabajo, incluyendo seguros de vida8.
Por último, un llamado a todas las y los periodistas para que defiendan sus derechos, se organicen y exijan condiciones dignas para el ejercicio de sus labores, nunca olvidando como sostiene Jean Paul Marthoz: “el periodismo es una responsabilidad, un oficio que da privilegio a la única y verdadera información: la que perturba las conciencias adormecidas y los consensos cómodos”9; agregaría y quienes nunca se silencian.
Mario Andrés Hurtado Cardozo
Investigador del CIC Propuesta Cívica
Twitter: @MackiaCardozo
1.Rosendo Salazar, 1º. de mayo de 1913. Primera celebración del día del trabajo en México, consulta: tps://bit.ly/2HmcCA6
2 Banco Interamericano de Desarrollo BID, Índice de Mejores Trabajos es una herramienta que permite comparar por primera vez, las condiciones laborales de 17 países de América Latina, 6 de noviembre 2017, consulta: https://mejorestrabajos.iadb.org/
3 Forbes, México tiene 53.4 millones de pobres, 30 de agosto 2017, consulta: https://www.forbes.com.mx/mexico-tiene-53-4-millon...
4 Article 19, Democracia simulada, nada que aplaudir, 2017, p. 82
5 Manu Ureste, El sexenio de EPN ya es el más violento para la prensa: 1,986 agresiones y 41 asesinatos, Animal político, 20 de marzo 2017, consulta: https://bit.ly/2HLXUBU
6 Mireya Márquez, Sallie Hughes, Panorama de los perfiles demográficos, laborales y profesionales de los periodistas en México, Universidad Iberoamericana, 2017, consulta: https://bit.ly/2smuwKh
7 Personal de Radio (163) 43.2%, diarios impresos (130) 34.5%, televisión (36) 9.5%, impresos no diarios (30) 8%, medios en línea (18) 4.8%.
8 Samantha Álvarez, Periodistas y otros trabajadores que las aseguradoras evitan. “A reporteros que cubren temas de seguridad y crimen organizado les niegan la venta de un seguro; policías, arquitectos, pilotos de autos, boxeadores y toreros enfrentan dificultades para contratar, Expansión, 7 de agosto 2017, (sec. Dinero), consulta: https://bit.ly/2GaE8iD
9 Lorena Clara, El periodismo como vocación, 2011 (sec. Cultura), consulta: https://bit.ly/2HLXUBU